Mi lista de blogs

domingo, 30 de marzo de 2008

Mi primera nota

Eran tiempos duros, no resultaba fácil ser adolescente, sensible y pensante a fines de los setenta. En mi caso, lo peor de todo era saber que te vigilaban, que en muchos de mis pares funcionaba perfectamente “el lavado de cabeza” y que el miedo estaba instalado para inmovilizar a quienes tuviésemos alguna inquietud más allá de las expectativas que el “Proceso” tenía para nosotros los jóvenes. Sin embargo, aún en las circunstancias más adversas, se encuentran resquicios en donde tener un refugio para disfrutar de las cosas que nos gustan. Y dos cosas que siempre disfruté, la música y la radio, se fusionaban en un programa que me acompañaba mientras estudiaba. No recuerdo muy bien las circunstancias, pero por esa época conocí a un chico unos años mayor que yo, militante de izquierda, que se vestía más como un oficinista de los cincuenta que como un joven de veinte. Compartíamos algunas ideas políticas, pero por sobre todo nos unía el amor por la música. Lito, así le decíamos, sabía lo mucho que me gustaba la radio, y que además pasaba parte de mi tiempo libre escribiendo o mejor, garabateando, algunas cosas sobre lo que sentía. Así fue que este amigo me invitó a hacer algo para una publicación barrial llamada “Propuesta”. Era una revistita con artículos sobre arte, algún escrito con pretensiones de ensayo y hasta tenía unas muy buenas ilustraciones en blanco y negro. Me sorprendió y a la vez me encantó semejante ofrecimiento, y así fue que me dispuse a escribir una especie de reseña del programa “Curiosa noche”. Pero la verdadera sorpresa fue ver mi sencillo trabajo con mi nombre en letras de molde al pie. Aunque humilde, era mi pequeño grito de resistencia en defensa de la radio, la música y de todas aquellas cosas que, ni aún con el rigor de los fusiles, lograron hacer callar por completo.

No hay comentarios: